lunes, 31 de diciembre de 2007

El Paso del Tiempo


Huyo de ti como el día huye de la noche. Atrás dejé el humo de tu pasado, y ahora me adentro en la incierta neblina del futuro, escondido escucho tus pasos tras los míos mientras siento el temor de tu presencia, no quiero que me escuches, no quiero que me veas, ni que me sientas, pues eres el olvido, la vejez y la muerte. Siento tu ausencia como un vacío existencial, eres también la vida, y temo el día en que me faltes pues enseguida la nada llamará a mi puerta, y al abrirla sentiré el vacío de tu ausencia, el día en que tus pasos no resuenen tras los míos la muerte me alcanzará y ya no veré, no tocaré, y ni siquiera seré capaz de sentirte. Ya ni siquiera escucharé el eco de tu ausencia pues mis oídos estarán hundidos en un eterno silencio, sentenciados al vacío universo de sentidos, y ya quizás ni me importe abrir los ojos pues sabré que si lo hiciera el mundo estaría congelado en ese maldito segundo en el que me abandonaste y mi corazón dejó de palpitar.



Tras escribir estas líneas, Eduardo había escuchado ya siete veces la "Sonata Claro de Luna" de Beethoven, y sintió más que nunca la tristeza del paso del tiempo.

jueves, 27 de diciembre de 2007

Melodía sin título


Siente como se arrastra entre las hojas, el viento sopla a su favor, acecha entre la maleza, y para ella la oscuridad se convierte en esa luz aterradora del mismo inframundo, un silencio ensordecedor envuelve la noche, y las ramas de los árboles se retuercen allá en lo alto, y sobre ellos la luna aparece entre las nubes para iluminarte el camino, sientes sus pasos tras de ti, cada vez más cerca, y corres aunque en el fondo sabes que te alcanzará, y que en el momento en el que sus frías y pálidas manos desgarren tu piel ya no habrá nada por lo que luchar, no habrá sueños que cumplir, todo se detendrá en ese maldito instante de muerte, un escalofrío recorre tu médula, y en el silencio irrumpe un ruido seco, el golpe de una puerta que no ves seguido de una voz familiar, no piensas, tan sólo corres a través de un laberinto nocturno, y en un mal paso caes al suelo, las raíces son ahora tus enemigos, cobrando vida luchan por retorcerse entre tus brazos,tu cuello, y te sumergen en la tierra hasta el mismo infierno del que proceden. Sientes la asfixia de la anoxia, y en medio de tu agonía escuchas la melodía sin título de un despertador, y es entonces cuando palpas la aterradora realidad: es lunes y hay que ir a clase.

domingo, 23 de diciembre de 2007

Navidad

Siento la ausencia de algo que aún late en mi interior, esa llama parece ser un recuerdo que no consigo superar, puede que todo se perdiera en un instante que no logro olvidar, quizá un día de invierno escuchando tus historias junto al fuego, o quizá sea que añore el frío de aquel lugar perdido en el mapa de la memoria, y ese largo viaje hasta el reencuentro esperado con paciencia durante tanto tiempo que la nieve se transformaba en verdes campos de olivos, y las nubes en una lluvia intensa que empapaba el camino empedrado hasta aquella pesada puerta de madera, y después…recordaré aquella cara arrugada y sonriente abrazándome. Es ahora cuando comprendo que tu sonrisa era el mayor de los regalos, y que desearía más que nada poder retroceder en el tiempo hasta mi infancia, hasta ese día guardado en mi mente como el recuerdo de la Navidad.

24 de Diciembre de 1995

viernes, 7 de diciembre de 2007

Cristalina


Me despiertas empapada, golpeada y muerta de frío, tus cristalinos ojos me revelan el triste verde encarcelado, un azul pálido y acuoso que cuando está nublado refleja la grisácea cúpula del cielo atormentado. Solitario busco en ellos la noche estrellada, y cuando tus pálidos párpados se cierren sabré que tras ellos el mundo será diferente, el verde de la hierba será oscuridad y no llegaré a distinguir más allá del halo misterioso en la lejanía. Veo en tus pupilas despertar la mañana, el cielo claro de la primavera y el sol reluciente del estío me muestras tus visiones, claras, sin tapujos, y aún queriéndote como lo hago no puedo evitar inspirarme en la belleza de verte salpicada por las lágrimas del cielo, golpeada por la lluvia del otoño y azotada por los vientos del invierno, si fueras mujer y no ventana sé que serías perfecta.

Te estaba esperando

El vaho salía de mi boca para disiparse en el ambiente nocturno, caminaba solo, sin rumbo, con las manos metidas en los bolsillos escuchando alguna melodía lejana que se escapa a través de alguna ventana medio abierta, o desde alguno de esos locales nocturnos para gente trastornada. Doblo la esquina y un cartel un tanto soso llama mi atención, no sé si por lo simple del color o por lo singular del nombre “café bohemia”, justo lo que buscaba en medio de la fría noche materializado en forma de cafetería, ¿será que Dios existe? Si, debió de ser algún extraño ser capaz de hurgar en mis pensamientos. Empujo la puerta y me sumerjo en un universo paralelo donde el jazz es el contexto, en el que hay rostros sin nombres, conversaciones anónimas, donde el humo del tabaco no molesta, pues es parte del decorado, justo el lugar que necesitaba.. Pero tras dar cinco pasos y mirar a mí alrededor me percato de un dato importante, todos están acompañados, y lo que no sé es si ya se conocían de antes o si fue este místico entorno el que hizo que sus caminos se cruzaran para desembocar en una fluida conversación, desde luego no iba a abandonar este lugar. Y entonces, en el fondo del laberinto, un ser solitario llama mi atención, sentada en la esquina sostiene con una mano una copa con quién sabe qué tipo de bebida alcohólica, mientras que con la derecha sostiene un libro no muy grueso cuyo título venía a decir “Historias de Cronopios y de Famas”. Me acerqué a su mesa y me mantuve inmóvil observándola durante unos instantes antes de que me decidiera a sentarme a su lado, y así permanecí durante unos tres minutos, la situación fue incómoda al principio, pero con el paso del tiempo se fue relajando, hasta que respondió a mi mirada con una dulzura inimaginable “Te estaba esperando”


Entonces comenzó a sonar "Perfect" de "Fairground Attraction" y...

... todo era perfecto.

jueves, 6 de diciembre de 2007

Dependencia



La sed se adentra en las entrañas de la tierra, el humo se cuela por el ojo de la cerradura y frente a mi el líquido reluce a la espera de ser ahogado en mi garganta reseca. Apenas tres metros me separan del cristalino objeto de deseo, dos, un palmo y mis dedos se retuercen en torno a su cuerpo traslúcido y frágil, en su interior el alma roja parpadea, rozo mis labios con su perfume y dejo que mi boca se ahogue en el fuego que me atraviesa la garganta como una lanza, mientras el vapor asciende y en mi cabeza escucho un eco repetitivo, mil martillos contra mi sien, y suelto el vaso ya vacío para hacerse añicos en el suelo que ahora da vueltas a mi alrededor, me siento el ser más libre del universo y a la vez el más estúpido. En este momento de confusión contemplo mis manos ensangrentadas y la realidad vuelve a derrotarme...lo echo de menos, como los desiertos echan de menos la lluvia.

"Después del primer vaso ves las cosas como te gustaría que fueran, tras el segundo las ves como no son en la realidad, y después del tercero las ves tal como son, y eso es lo peor de todo." Oscar Wilde