martes, 26 de agosto de 2008

Sueño de verano



Negra se extendía hacia el horizonte, como un oscuro río la carretera guiaba mis pasos hasta ti, vieja casa, el sol entre las nubes, y ese viento, ese viento que sopla siempre en estos campos verdes y pajizos, mecidos los árboles bailan y dejan entrever las viejas ventanas de madera, tan viejas que crujen con el viento y con el sol. Cae la noche, tibia, y recuerdo aquellos veranos, cada uno diferente pero todos iguales, el campo, el viento, las noches estrelladas…Y creo encontrar en este lugar una parte de mi, como si año tras año la tranquilidad de este país dormido en el tiempo hubiera tocado mi alma para recordarme que siempre habrá un lugar donde el tiempo no pasa. Un lugar para soñar tranquilo con no despertar jamás.