domingo, 25 de noviembre de 2007

La esperanza acecha


La esperanza acecha oculta en algún lugar del corazón, te siento en la agonía que en mi cabeza se retuerce constante, ya no puedo evitar pensar en ti pues eres la sombra que acecha mi soledad, incluso de noche siento tu respiración sobre mi pecho aunque este solo, siento tu corazón palpitando junto al mío, aunque cuando abra los ojos no haya nadie, sé que me buscas constantemente, y me encuentras para luego abandonarme como a una colilla en este remoto rincón del universo, perdido busco la salida del sueño, me arrastro a tientas, grito tu nombre pero nadie responde, el humo niebla la evidente fuga, el alcohol nubla mis sentidos, la desesperación inunda mi aliento entrecortado por el llanto, me arrastro como un gusano tras tu nombre…creo que estás cerca, pero este mar embravecido me lleva a la deriva. Te veo en el reflejo del agua refractada… ya no eres más que el recuerdo de tu ausencia.

Vuelve...te necesito.

domingo, 18 de noviembre de 2007

Recuerdo...

Vuelve a aquel lugar donde tiempo atrás jugabas las tardes de verano, ese sitio escondido en tus recuerdos infantiles, castillos de arena destrozados por las olas de un mar embravecido, pero siempre el recuerdo de aquel sol brillante palpitando en el cielo, y ese olor a salitre que empapaba las noches junto a la playa, oteando el horizonte imaginaba historias de piratas y marineros… Hace tiempo que todo aquello dejó de existir, esos veranos ya no volverán, el tiempo no pasa en vano y las personas a veces han de irse…para no volver. Recuerdo que todo empezó con una pregunta retorcida, creía haberlo olvidado pero hoy mi cabeza no deja de darle vueltas a esos últimos momentos junto a ti, una Torre Eiffel, un libro de García Márquez…fue lo único que me dejaste,y sin embargo tu recuerdo es el regalo más bello que me han hecho jamás.

París


La luz del cielo atraviesa la gris cúpula nublada, y bajo ella se extiende como un mar de sueños en el tiempo acechadora de ilusiones ya olvidadas, caminos se cruzan en sus entrañas, los de las vidas que en sus calles se conocieron para no separarse jamás. Siento la melancolía en cada una de las grises piedras que colman tu fachada, siento la tristeza en tu infinito horizonte como un recuerdo de la ignorancia que aquí me trajo y que de ti me separó. Presiento el futuro en las aguas del Sena que fluye, gotas de agua enzarzadas en una guerra sin fin, te atraviesan sin percatarse del hechizo que las envuelve. Observo las aves allá arriba en el cielo, sobrevolando nuestras vidas azotadas por el viento, la Torre Eiffel imponente corta el horizonte, pasaría horas contemplando el panorama que se extiende ante mí y a cada segundo comprendería que quiero compartir mi vida contigo, la ciudad y el hombre forjados en un mismo destino. Y aún entonces llegaré a la conclusión de que cuando me consuma como el incienso y mi espíritu se disperse como el humo, después de todo tu seguirás con el mismo semblante, inerte roca tallada salpicada por la lluvia en el otoño que caduca los árboles y enferma a las gentes. Siento la belleza de este lugar en algún rincón de mi mente reflejada, siento el desgarrador relato de las vidas que este mismo suelo han pisado, y que este mismo aire han respirado. Creo que nunca podré olvidarte, jamás, y por más que me lo proponga siempre estarás ligada a algo de mi pasado…. y a la vez siempre serás parte de mi futuro.

París





lunes, 12 de noviembre de 2007

¿Se acordará de ti?


Las nubes se retorcían, oscuras, allá sobre nuestro mundo, la humedad empapaba mi aliento, la respiración entrecortada, el frío de la indiferencia da paso a un sentimiento mucho más triste, se pregunta una y otra vez lo mismo, los ecos de esa voz se adentran en su cabeza, un tormento inexplicable ilumina su mundo, no hay refugio, no hay guarida, pues es él mismo el que se hace esa pregunta aunque desearía mas que nada olvidarla. Y como siempre siguen las lágrimas, gotas de agua salitre reflejo cristalino de un sentimiento mucho menos vano, mucho menos superficial de lo que pudiese parecer. La pregunta se retuerce alrededor de su cuello, le asfixia, un nudo en el estómago le recuerda el permanente deseo…la luz cálida es de nuevo un recuerdo palpitante, pero la oscuridad lo abruma aún más si cabe. Siente la pregunta constantemente dentro de su cabeza y ese duende malévolo no hace más que repetirla:

¿se acordará de ti?

Une lumière

Siento la mañana como la fría escarcha sobre el suelo, amanece con los primeros rayos de sol que se inclinan sobre la tierra, la felicidad me invade por momentos, esa adrenalina inexplicable que te impulsa hacia el infinito, hoy el cielo está despejado, las nubes dan paso a los claros. Siento como pasan las horas, el aire fresco de la mañana llena mis pulmones, camino hacia la facultad con una media sonrisa y con paso acelerado, todo lo que me envuelve es tan perfecto que se vuelve inmejorable, la suave brisa que mece los árboles, la gente de camino a algún lugar que nunca conoceré, el calor palpitante del sol sobre mi espalda…hoy llegaré a clase, me sentaré y sonreiré durante unos segundos pensando en todo eso que feliz…quizás piense en esos momentos de los últimos meses, en la última semana. Hoy recordaré el próximo verano, tal y como aparecía en mis sueños de la semana pasada, pensaré en el año que viene, en la tarde de hoy. Disfrutaré del momento presente que se escapa como el agua que resbala entre las manos, mi vida no esta hoy encerrada en un vaso de cristal, sino que fluye libremente hacia algún lugar…y ese lugar es el destino, puedo verlo, intuirlo y percibirlo allá a lo lejos, es una luz tímida que a veces se apaga, pero que hoy brilla con toda su intensidad.

Gracias por iluminarme el camino.

sábado, 3 de noviembre de 2007

Cadenas

Escucha el paso del tiempo, implacable camina por el mundo, primero un llanto, una mirada curiosa alrededor…un segundo, dos... tres, la vida comienza para todos de esta forma, y a todos nos acompañará este compás, el tiempo que pasa a nuestro alrededor. Siente como emana desde algún lugar misterioso, como te atrapa y te desliza suavemente hacia el incierto horizonte, la luz es sólo el principio de lo que te espera a la vuelta de la esquina. Las días, los meses y después…los años pasan tan precipitadamente que no hay tiempo suficiente para aceptar algunas verdades, ni siquiera para luchar por ellas. Cuando las arrugas me corten la piel y no tenga más vida que recordar el pasado soportaré el peso de todo aquello que nunca dije…y de todo aquello que me hubiera gustado decir. Encadenado al paso del tiempo observo el mundo desde mi propia perspectiva, una mirada conformista alrededor. Ni siquiera los pájaros son libres...están atados al cielo.

Estoy encadenado a este horizonte claroscuro, turbio y sucio, que ya no se muestra tan soleado como antes. Las primeras nubes aparecieron hace tiempo y hoy presiento que va a llover sobre mojado.