adios sol,
adios las risas.
Hola prisas,
ladrillo abandonado,
franceses amargados,
tornillos oxidados,
lluvia y tempestad,
lágrimas de bruma en la ventana,
precipitan en un cristal
empañado de niebla.
Adios alegre guitarra del albaicín,
voz de tus palmas quebradas.
Hola al triste acordeón,
a partir de hoy serás mi canción.